miércoles, 3 de octubre de 2012

Decálogo del catequista

Comenzando un nuevo curso, la vida pastoral recobra su ritmo y se inician las catequesis en las parroquias. Convocatorias y programaciones para la catequesis de niños, de jóvenes y, por supuesto, de adultos: es el deseo de una transmisión sólida y eficaz de la fe, de iniciación a la vida cristiana, de formación permanente y actualizada, forjando católicos.


Para este proceso formativo que incluye a todas las edades y grupos, y que es irrenunciable, un servicio imprescindible, un apostolado santísimo y que debe ser muy humilde, es el de los catequistas. Sin buscar protagonismo alguno, sin competencias ni rivalidades, los catequistas primero son formados -en la escuela de catequistas de la parroquia-, se enraizan en Cristo con una sólida vida espiritual y educan y acompañan a diferentes personas en grupos para que conozcan bien la fe católica y la vivan gozosamente -¡lejos de hablar de valores, hablan de Cristo!-.

Como una ayuda para los catequistas, y también para formar criterios en todos, la revista Ecclesia publicó un "Decálogo del catequista" que es una orientación concreta.




"Ante el comienzo del curso pastoral y catequético y como homenaje agradecido a los catequistas.


1.- La catequesis es inseparable de la vida. “Quien educa en la fe no puede correr el riesgo de presentarse como una especie de clown, que recita un papel por oficio”, ha reiterado en varias ocasiones Benedicto XVI. Catequista no es solo el que enseña, sino, sobre todo, el que testimonia. Por ello, la coherencia entre fe y vida es indispensable para el catequista.


2.- La catequesis ha de brotar de la Palabra de Dios. “La Escritura, íntimamente asimilada, sugiere los contenidos que se deben anunciar para convertir los corazones.


3.- La catequesis ha ser de proclamación y testimonio de Jesucristo. “Cristo es todo para nosotros”. La verdadera identidad y condición del catequista es la identidad y la condición del testigo. Escribía San Ambrosio: “Si quieres curar una herida, El es el médico; si estás ardiendo de fiebre, El es la fuente; si estás oprimido por la iniquidad, El es la justicia; si tienes necesidad de ayuda, El es la fuerza; si tienes miedo de la muerte, El es la vida; si deseas el cielo, El es el camino; si estás en las tinieblas, El es la luz".


4.- La catequesis es un servicio, un ministerio eclesial. El catequista no actúa para sí o por sí. No puede ir por libre, ni “predicarse” a sí mismo. Lo hace en nombre de la Iglesia y para la gran causa del Reino. Lo que el catequizando espera de él es que le muestre a Jesús, al único Jesús, que es el Jesús de la Iglesia.


5.- La catequesis  requiere y necesita de la oración. Es su clima, su savia, su abono, su atmósfera más propia, íntima y fecundadora. El catequista ha de orar, ha de cultivar una relación de amor, de silencio, de escucha y de diálogo con el Señor al que transmite. La catequesis ha siempre de comenzar y de acabar con una plegaria. El catequista ha de ser orar sus catequizandos y los catequizandos por su catequista.


6.- La catequesis se alimenta de la Eucaristía. El catequista ha de mostrar con su ejemplo y con su vida que la Eucaristía es la fuente y cumbre de la vida cristiana. “Gustad y ved que bueno es el Señor”.


7.- La catequesis se prepara. Es teología en migajas. Y la teología es la fe que busca la inteligencia. La catequesis no se improvisa. Porque la catequesis sirve para dar razones de la esperanza cristiana.


8.- La catequesis ha de abrirse a los nuevos y viejos saberes. A las ciencias pedagógicas y a las nuevas tecnologías y medios. No para ser esclava de ellas; no para rellenar el tiempo con ellas, sino aprender a comunicar a los hombres de hoy el Evangelio de siempre con los medios, las técnicas y los saberes de hoy.


9.- La catequesis sirve a la verdad. La catequesis ha de dar respuestas fundamentales, fundamentadas y humildes. No ha, pues, de suscitar dudas innecesarias ni temores inadecuados.


10..- La catequesis ha de ser pedagogía del amor. La mejor y mayor autoridad del catequista son su testimonio y su amor. De ahí la importancia de que la catequesis camine a la par que la Escuela y de que la catequesis entre en el hogar, en la familia y en los amigos de los catequizandos.

14 comentarios:

  1. “El catequista no actúa para sí o por sí”, yo añadiría: ni para o por su grupo, asociación movimiento… . “No puede ir por libre, ni predicarse a sí mismo”, yo añadiría: ni a su grupo, asociación, movimiento…

    El punto 7 es vital. No puede enseñar el que no sabe; parece duro, pero la realidad no es dura, simplemente “es”. Si el no creyente expone argumentos que no sabemos rebatir (como suele suceder) no sólo no evangelizamos, sino, además, nuestra fe puede estar en serio peligro, y si tienes 15 años, está en serio peligro. Una frase que es muy usada entre nuestros hermanos de mi tan querida Hispanoamérica: católico ignorante, seguro protestante, podríamos ampliarla: católico ignorante, futuro apóstata, católico light o cristiano protestante (¡tiene que rimar!)

    Es significativo que la Nota con las indicaciones pastorales para el Año de la fe del 6 de enero de la Congregación para la Doctrina de la fe incida en 1) necesidad de adecuar al Catecismo los catecismos locales, los subsidios catequéticos en uso y las disciplinas que se imparten en Centros de estudios teológicos, Seminarios y Universidades católicas; 2) necesidad de elaborar subsidios divulgativos de carácter apologético para los fieles; 3)) importancia del Catecismo en la Ratio de la formación de los futuros sacerdotes y en el currículo de sus estudios teológicos. Estamos en buen camino al identificar un problema y poner en práctica la solución.

    El punto 10, me preocupa y me preocupará mientras no nos pongamos de acuerdo en la definición de amor. Les ofrezco dos definiciones, para mí muy válidas: “amar no es mirarse a los ojos, sino mirar en la misma dirección”, “el amor no es un sentimiento, es una decisión”. Estoy abierta a cualquier otra que, sin psicología barata, sea válida. No hace mucho, menos ahora, todo parecía querer explicarse "en católico" apelando al amor, pero ¿a qué (tipo) de amor?

    ¡Don Javier, qué difícil me pone no explayarme! ¡Voy a tener que alquilarle, por una módica suma, un espacio en su blog!

    En oración ¡qué Dios les bendiga!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se me ha olvidado añadir en los lugares correspondientes las risas "enlatadas", pero no será difícil ¡ya me van conociendo!

      Eliminar
    2. Julia María:

      ¡Qué difícil me pone a veces responder y dialogar!!!!! Es un informe preliminar previo con pruebas periciales... y me lío un poco.

      Pero vamos allá.

      Decís vos: "“No puede ir por libre, ni predicarse a sí mismo”, yo añadiría: ni a su grupo, asociación, movimiento…" ¡¡Evidentemente!! Otra cosa es lo que padecemos a veces, que en lugar de evangelización y catequesis es abierto y descarado proselitismo para mi gurpo, asociación o movimiento. ¡Tremendo!


      Referente a la doctrina: Puede comprender que subrayo sus palabras. El déficit en la racionalidad de los contenidos -no en el racionalismo- hace que fácilmente se eduque en lo emotivo de la fe... hasta que venga otra oferta secularizada que resulte ser más atrayente. La doctrina ha de ser clara, razonada, íntegra.

      Y referente al amor: ¡è vero!!!!! El amor -eso predico siempre- es verdadero amor, y no estado afectivo-emotivo, cuando está abierto al sacrificio y a la donación libre, donde uno pierde su 'independencia' o su 'espacio' con tal de darse. El amor se verifica en el sacrificio y no en el sentimiento.

      ¡Cuánta confusión y cuánto sentimentalismo en torno al "amor católico"! A mí me cansa y siempre hay que explicarlo una y otra vez.

      Eliminar
    3. Julia María:

      Sigo con vd.

      Respecto al alquiler de un espacio en el blog no me parece nada mal. Prepare vd. un contrato o acuerdo-marco y ya empezamos a negociar espacio y cuantía del alquiler.

      Eliminar
  2. Que hermosa entrada ahora que comenzamos el nuevo curso.
    Ser catequista es una llamada, una vocación.
    ¡Gracias Don Javier! Saludos a toda la comunidad.
    Dios les bendiga.Unidos en oración.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Marián:

      Espero que así todos tengamos ideas claras de qué es la catequesis y los propios catequistas reorienten sus criterios.


      Supongo que toda la comunidad de este blog se da por saludada. Nos alegramos de verla otra vez por aquí.

      Eliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Se ha escrito sobre las catequesis y los catequistas. Mi experiencia como catequista pienso que fue desafortunada. He aprendido mucho de eso, y eso es muy bueno.
    Me lleva a reflexionar si están tan poco claros los Evangelios, como para tener que puntualizar tanto. ¿Tan poco clara y coherente es el ser de CRISTO y su actuación en la Tierra, como para tener que aclarar su testimonio? ¿Hay que aclarar algo sobre el concepto asociado a la palabra AMOR, teniendo el testimonio de CRISTO? Yo debo ser muy torpe, porque todo lo veo muy simple. AMAR sin medida. Si de mi interior no sale AMOR sin medida, he de hacermelo mirar, porque la senda está equivocada. Así que he de rezar para que DIOS tenga misericordia de mi, y me conceda esa GRACIA. Me da por pensar que DIOS nos hizo para eso, para AMAR sin medida. Si AMO sin medida, ya esto listo para dar catequesis. ¿Es demasiado simple, o es que el simple soy yo? En cualquier caso, ya estamos tardando. Alabado sea DIOS.
    Padre, muchas gracias. Abrazos y afecto, DIOS le bendiga.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En la dirección que nos señala el titular del blog respecto a las relaciones entre los que formamos parte de la comunidad virtual: ha puesto vd, a mi juicio, el verdadero ejemplo de amor. Un amor que, en cumplimiento de la voluntad de Dios Padre, entrega toda su vida para hacer posible el regreso del hombre hacia Dios, convirtiendose en verdadera comida y bebida que le alimenta en ese camino de vuelta, pero para amar de esa manera es necesario convertirse en otro Cristo de modo que como Pablo se pueda decir: no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí. Mientras no sea así, veo difícil amar sin medida y muy fácil engañarse en la medida del amor que se cree tener.

      Eliminar
    2. Entro y matizo:

      ¡Un gran amor a Cristo como respuesta a su Amor!, sí, pero a la vez, un conocimiento orgánico de la doctrina cristiana. Si no, no vale para "dar" catequesis.

      (Doña Julia María: veo que calla, y no me dice nada del contrato-marco para alquilar parte del espacio del blog. Anímese y mándeme el borrador de dicho contrato -jeje-).

      Eliminar
    3. Después de estar trabajando todo el día ya no atino. La respuesta al estado de la negociación está en el comentario siguiente

      Eliminar
    4. Padre, estoy totalmente de acuerdo con Usted, si no, no vale la pena dar catequesis. Las catequesis sin eso, ya sabemos que resultados dan. AMAR sin medida es una Gracia de DIOS, un Don de DIOS. No es mérito nuestro. El trabajo lo hace DIOS. Con mucha frecuencia me da por pensar que DIOS hace el trabajo y nosotros somos los que nos cansamos. En fin, todo acorde con el excepcional sentido del humor de DIOS. Bueno, ya estoy desbarrando otra vez. Pero es que esta tarde he tenido una prueba más a través de un Padre jesuita en chanclas. Pero claro, eso es otra historia.

      Eliminar
  5. El contrato está en elaboración, estoy buscando, como "típico" abogado, la forma de engañarle pero necesito tiempo porque no parece fácil..., aunque jurista y mujer ¡tiemble!

    ResponderEliminar
  6. Voy de carrera, pero quería pasar por aquí, estamos de clases suspendidas... por lo de las elecciones. La frase "lejos de hablar de valores, hablan de Cristo!" Lamentablemente ha habido un cambio en el Programa ERE, y los nuevos programas se refieren a Valores. Solo se ha establecido en la primera etapa de Primaria. Yo continúo con la Programación de la Conferencia Episcopal y le sumo el programa de la Pastoral Lasallista para Educación Inicial.

    ResponderEliminar