jueves, 30 de agosto de 2012

Ante la crisis no sólo económica... (y III)

Terminamos hoy la última parte de la homilía de D. Mario Iceta, Obispo de Bilbao, ofreciendo un magisterio sólido para iluminar las mentes y las conciencias ante la situación económica y social que vivimos.

Es necesario, sin lugar a dudas, una palabra específica de nuestros Pastores que nos alienten, que nos indiquen también la verdad de lo que vivimos y tracen caminos en los que comprometernos todos. La doctrina social de la Iglesia es una reflexión a la luz de la fe del hombre que es social en su vida y comportamiento.

De esta forma, este blog como espacio de formación y catequesis de adultos, aporta este mínimo grano de arena al dar difusión a una reposada homilía, poniéndonos todos a la escucha de la enseñanza de la Iglesia y asumiendo los criterios necesarios para no andar despitados.

Así proseguía la homilía:


"8. El modo en que nuestras economías están estructuradas permite movimientos de mercado no conformes a los principios éticos y gravemente lesivos del bien común. El mercado no es auto referencial ni autosuficiente. El mercado sin ética se pervierte. Se dan con frecuencia intereses y movimientos fuertemente especuladores que precisan de clarificación y control. Estos movimientos, generados por intereses oportunistas, por búsqueda de lucro desmedido, o por grupos de presión sobre empresas, mercados o países, generan grandes tensiones que violentan el principio fundamental de que la economía debe estar siempre al servicio de las personas y del bien común. Ponen de manifiesto que, para quienes los promueven, el capital y el lucro son considerados como un fin en sí mismos, sin la necesaria referencia al bien común y al servicio de la persona y la sociedad.


9. En tiempos de crisis, se hace más necesario que nunca el fortalecimiento moral de la sociedad. Para ello, la educación integral se convierte en un pilar básico que es preciso reforzar. A este respecto, la dimensión trascendente y religiosa no debe quedar excluida del ámbito educativo”, respetando siempre la libertad del alumno y de sus padres, y el legítimo marco legal. Tal como os escribí en una carta el pasado mes de febrero, “la enseñanza religiosa favorece enormemente el crecimiento personal y contribuye decisivamente a la edificación de una sociedad y un mundo enraizados en la verdad y el bien, el respeto mutuo y la tolerancia, la solidaridad y la gratuidad, la justicia y la paz, en la ayuda a los más necesitados y en la protección y tutela de los débiles”.

10. En el último gesto diocesano de solidaridad, muchos manifestasteis compromisos personales, familiares o comunitarios de responsabilidad ante la crisis. Concretemos, cada uno en la medida de sus posibilidades, el modo en el que prestamos generosamente una ayuda eficaz. También pedíais a las instituciones, empresas y organizaciones de toda índole un ejercicio de responsabilidad: austeridad, remuneración justa y transparencia. Ciertas retribuciones y prerrogativas, en ciertos casos vitalicias, resultan social y moralmente escandalosas y dañinas para la cohesión social, especialmente en instituciones que, de un modo u otro, reciben apoyo público. Los signos reales de austeridad y moderación son especialmente necesarios en la actual situación. Finalmente, tengamos presente que la solidaridad, la colaboración leal entre todos, la crítica constructiva, la escucha y el diálogo con el fin de alcanzar acuerdos, siempre cosechan mejores resultados que la confrontación y la ruptura.

11. Volvamos los ojos a María. Hoy, los hijos e hijas de Bizkaia nos acercamos a felicitar y honrar a nuestra Madre. En su regazo depositamos nuestras ilusiones y esperanzas, nuestras dificultades y peticiones. Que nuestra oración sea generosa y abierta a las necesidades de los demás. Que María interceda por todos y nos haga testigos del amor de Dios, sembradores de esperanza y apoyo eficaz para cuantos necesitan de acogida y ayuda fraterna. AMEN.

+ Mario Iceta Gabicagogeascoa
Obispo de Bilbao"


Cada cual en el sitio que Dios le haya puesto, con la profesión que tenga, con la forma de vivir austera (: cristiana) deberá contribuir a la regeneración de esta sociedad y de este mundo, ayudando hoy a salir de esta crisis y compartiendo en caridad -¡aportación generosa a las Cáritas!- para aquellos que no tienen.


6 comentarios:

  1. Buenos días don Javier. Así es,cada uno en su puesto trabajando en lo cotidiano Dios santifica y obra.Ayudar a Cáritas es eficaz autoayuda.No creo que la souciedad tenga moral porque la fuerza de la rectitud y moral compartida cristiana se diluyó tras la invasión masónica en la res pública. Un abrazo.

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    1. "Ayudar a Cáritas es eficaz autoayuda".

      Desde aquí, abogo y pido, como un compromiso del blog, que cada uno establezca una cuota económica a Cáritas diocesana. Lo pido en el nombre del Señor.

      Será una autoayuda: "A mí me lo hicisteis".

      En cuanto a su descripción de la res pública, imposible estar más de acuerdo.

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  2. La verdad es que lo de la economía es un lío, puesto que si vivimos austeramente y no consumimos cosas realmente innecesarias aumenta el paro, ya que cesa la producción. En mi zona lo único que funciona son las terrazas donde la gente consume refrescos y alcohol, si cerraran tidavía habría mas pobreza

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    1. Desde luego, "la economía es un lío".

      Pero igualmente cierto que un sistema desorbitado es aquel que necesita incrementar lo innecesario, el consumo por el consumo, y que crezca desmesuradamente el sector "servicios".

      Sin entrar en más, sí se puede afirmar que el estilo cristiano es un estilo austero y, a la par, generoso con los demás, fraterno. Falta austeridad y esa es una de las causas de tantos desmanes.

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  3. Padre, me resulta modélico lo que recoge de su Ilustrisima, comparto plenamente el contenido. Por otra parte me parece de gran aplicación práctica. Como de costumbre me rechina bastante que se use el término "solidaridad" y "tolerancia", digamos que son manías personales, les tengo manía a esas palabras, porque creo que precisamente se esconden tras ellos, precisamente la raíz del problema. De elegir prefiero hablar de Caridad, Misericordia, y Entrega a los demás. Pero sin buscarles tres pies al gato, me parece entender lo que su Ilustrisima quiere decir. Muchas gracias por exponerlo, no lo conocía. DIOS le bendiga.

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    1. Antonio:

      Tampoco son palabras -para mí- que suenen bien. Pero es verdad que usadas correctamente y en general, muchos sí podrán entender algo más.

      La homilía es excelente y creo que merecía difusión para formarnos criterios morales sanos.

      Un saludo!!

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